I know motherfucker, we all go to hell...
Sentía el cuerpo extraño
y las costillas rotas,
tenía en el paladar un sabor raro
y la lengua agria.
Ella se fijaba en mí
y yo rezaba por que no se diese cuenta,
ella subía el volumen
y yo escuchaba sin oír.
Las luces carraspearon
el televisor demasiado alto
hizo que no hubiera discusión.
En un puño el corazón,
las lágrimas sin compasión
mojaron y congelaron cualquier emoción.
Ella sigue luchando, gritando, luchando,
yo sigo escuchando, huyendo, escapando,
bueno he tratado de arreglarlo,
pero ahora más cierto que ninguna discusión,
sé que no hay solución.
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