-¿Qué quieres?
-Todo, he desafiado a la realidad tantas veces.
Apuntándome a la sien
la pistola sigue igual
sus balas reparten bien
como si fuesen una extraña divinidad.
Se reaviva el terror
y se pierde dignidad
perdiendo toda razón
con la cólera y la rabia apunto de estallar.
El sabor de este tormento
se graba a fuego en mi boca
rompiendo cualquier parte de mi alma.
Se envenenan todas mis palabras
mientras mi mente está rota
no va a llegar el momento.
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