City of evils

Hay un lugar reservado para mí en el jodido infierno.

¿Y sabes qué? Me importa una mierda.

Los pecados se amontonan

en una manos pequeñas

saliéndose de la parte interna

repleta de susurros que incomodan.

Todo estalla en actos

tan jodidamente descarados

que parecen sobrehumanos.

Los días dilatan la herida

que ocupa el torax y la espalda

expandiéndose por la garganta.

Se abre aún más con cada acción

y lo peor es que ya no importa esta consecuencia

ni siquiera cada una de las incidencias

que siguen alimentando la rabia y el rencor.

Curioso como llega a afectar

esta fantasía en la que el hada

ni siquiera tenía alas.

 

Adoro esta canción...

Frases insalvables.

 -Ya sabes, no pasa nada

-¿Nada?

-Nada en absoluto, ¿Te das cuenta?

La vida es un simple suspiro

que pasa, se desvanece,

jamás se detiene, ni prevalece,

 hasta alcanzar su propio destino.

El instante, los pensamientos 

fugaces, se escapan al escarmiento

del propio cerebro.

El antes, y el después del sueño

se turbia en el entrecejo

que abrió la herida al completo.

 Amores complejos, amores que son desamores

decepciones a raudales e interminables

que dejan el aliento perplejo de "vanalidades"

 con el retorno de las "frases insalvables".

 Las absurdas faltas 

de una elaborada farsa

trajeron las consecuencias

de aquella descabellada idea.

¡Oficialmente, estoy dentro de hispánicas!

Pequeña fracción.

Es tan sólo una pequeña fracción
de la verdadera actuación.

Sonidos de piezas rotas

y de luces señalan la importancia

del objetivo que se intercambia

con cada haz de singularidad propia.

El ruido se concentra con elegancia

e inunda los párpados de notorias

imágenes de cámaras mortuorias

Dispuestas para el cadáver

de un ser más que infame

que no encontró consuelo en la arrogancia.

Sus ojos delatan la esencia

de un juego de singular demencia

a pesar de que le encantaron las reglas,

no volverá a querer tener su presencia.

Una noche más lo intentó

quién sabe qué fue lo que intentaba.

Singular en su rostro las palabras

de la eterna dececpción.

American Psycho

Nota: Si tenéis intención de leeros el libro, no sigáis.

          

         Buenos días gente, son las diez y media de la mañana y me dispongo a haceros una especie de reseña sobre este "encantador" libro titulado American Psycho con la banda sonora de Juego de tronos sonando en mis tímpanos, pues, al terminar ayer con él, sentí la necesidad de mostrar tanto mis reacciones como mi opinión final.
        En primer lugar, os voy a dar algunos ejemplos de las emociones, sentimientos y situaciones que este libro me ha hecho vivir:

Primer día: -Vaya, el protagonista parece un hombre sensible, preocupado por la sociedad... Es algo machista, bueno, y es un yuppie. No entiendo el título de "psycho"...

Segundo día: -El hombre le gusta la fiesta... Decididamente está forrado de pasta y... ¡Hala! ya se ha tirado a una... Es la pareja de otro... Vamos bien... Sigo sin entender el "psycho".

Tercer día: -De nuevo de cenita y de fiesta, este hombre se cuida muy bien. Espera...¿¡Qué hace con ese mendigo?!-Lanza el libro por los aires y lo mira aterrada.

Sexto día: -Han pasado 3 días y no sé si tengo la suficiente fuerzas para continuar. Ahora con un perro... Chicas... Oh no... Otra vez no...

Séptimo día: -Y actúa con total naturalidad. No lo entiendo, este hombre no puedo entenderlo. No, ¡No vayas a su casa! Otro no...-Le entran arcadas y, de nuevo, el libro sale por los aires.-"Jodido hijoputa gilipollas".

Décimo día: -No me atrevo a tocarlo, pero tengo que hacerlo... Se ha cargado a su ex... Conmovedor... Espera, la secretaria no por favor, que me cae bien, ¡NO LA TOQUES! Espera, ¿Ha tenido consideración? No me lo puedo creer...

Duodécimo día: -Hay un detective persiguiéndole los talones, no te vas a escapar maldito psicópata. Brutal, se lo ha camelado. El tío empieza a desvariar, sin embargo nadie parece notarlo. De hecho, parece que todos los malditos "yuppies" están como cafeteras. Más chicas... Joder... - Deja a un lado el libro y se acurruca.- "Nada es real, todo está permitido".

Décimoquinto día: Un niño, más chicas,... ¿¡Qué cojones hace con esa rata?!

Décimonoveno día: Tengo... Que... Terminarlo... Tienen que apresarlo, es imposible que salga impune de todo esto... Más asesinatos... Ha conseguido escapar de la policía... ¡Quedan quince páginas y se va a escapar! No puede ser..."ESTO NO ES UNA SALIDA".-Deja el libro a un lado y sale de su habitación corriendo.- ¡Tíoooooo! Que no lo han cogido... T.T

       Y aquí estoy, puedo decir que he "sobrevivido" a ese libro que me ha costado diecinueve días. Ciertamente hay que tener estómago para leerlo (y yo tengo más bien poco, además de una maravillosa imaginación que me ha torturado con cada escena). Sin embargo, he de admitir que se trata de una obra maestra ya que el autor consigue transportarte hasta la mente del lunático que ha creado como protagonista. Así que mi conclusión es que el libro me ha gustado, a pesar de todo lo que me ha hecho sufrir. Aunque eso sí, no pienso volver a leérmelo ni pagándome.

Quien quiera niño que se lo pague.

        Despertarse (sí, a las 8 de la tarde) y leer noticias como esta http://www.publico.es/459124/las-lesbianas-y-las-mujeres-solteras-quedan-fuera-de-la-reproduccion-asistida-publica; te dan ganas de salir a cortar cabezas. Teóricamente, el presupuesto público para la fecundación "in vitro" contempla, hasta el momento, los casos en que la mujer o el hombre son estériles o por indicación médica expresa, da igual su orientación sexual o su situación sentimental. Pero con esta nueva "medida" el gobierno restringe la reproducción asistida solo a las parejas formadas por un hombre y una mujer. Si una mujer es soltera, quiere tener un hijo y no es fértil, se lo paga de su bolsillo. Si eres lesbiana, lo mismo.
         Sinceramente, no llego a entender qué tiene que ver la condición sexual de una mujer o que esté soltera para excluirla de una ayuda cuando no se puede concebir por medios propios un hijo (del mismo modo que no comprendo el hecho de que no se deje adoptar a parejas homosexuales, pero eso son otras calzas). Supongo que, dentro de los límites de mi razonar, se pretende recuperar los "valores tradicionales" de las familias. O tal vez simplemente se aburren, quién sabe. Como si no tuviesen ya suficientes detractores y buscasen echarse más mierda encima.
         Por eso, enhorabuena gobierno. Lo habéis vuelto a conseguir.

A salvo

Hay que pagar el precio del hierro...

Nunca gritaría lo suficiente

 para despedazar el mundo

y acabar de romperme.

Aún cuando la Tierra sigue girando

todas mis voces lo vuelven absurdo,

antes de que llegue al último peldaño

Aún ahora estoy demasiado asustada

por todo lo que dije e hice

aunque nunca llegue a arrepentirme,

no podía dejar que se marchara.

Hubieron demasiadas palabras

antes del destello crucial

que dejó bien claro el final:

"Nunca te voy a extrañar."

Pagar a sangre y fuego la derrota

con llantos y risas de "idiota",

¿Te das cuenta? Me encanta ese vocablo

ese último suspiro de algo insignificante.

PD: Paso uno de dos dado, teórico aprobado.

Carcaj

           Hasta ahora, mi carcaj estaba vacío, lleno de polvo y suciedad. Pero, es necesario limpiarlo y volver a guardar mis flechas en él. Espero que no estén demasiado viejas...

Una simple razón roza tus ojos

los cierras, te sepultas en tu mente,

dejas tu cuerpo completamente

te abandonas a lo más hondo. 

Deseas entre tus dientes

que fuese simple, menos "tosco",

deseas que se selle en el rojo

 de tu sangre convaleciente.

La causa te abandona y regresa

se apodera de todas las creencias

y te inmoviliza, te deja sin vida.

Recuperas el aliento entre ellas

antes de notar la verdadera caída,

la que, de alguna forma, provocó la última flecha.

No importa lo que comporte

no importa lo que vaya a suceder

no me importa en absoluto,

sólo sé, que no le dejaré caer.

PD: La Derrota, jamás es una opción.

Círculos insalvables.

          Gritar, sin saber qué se escapa por tu garganta. Pensar, sin entender qué hay en tu mente. Escribir, sin conocer lo que realmente dices. Sentir, sin realmente hacerlo. Mentir, aunque duela más que decir la verdad. Amar, sin querer hacerlo. Escapar, sin saber de lo que estás huyendo. Acciones que se convierten en piedras que te asfixian. En golpes que te amoratan la piel y el alma. Nublan tus sentidos, y hacen que cada vez te encierres más en tus propias paredes. Vuelves a aquel recinto olvidado de tu ser, donde la frase que te da la bienvenida no podría ser más cruel:

"Welcome back to home"

Lo correcto

         No es muy complicado que, en la noche, todo aflore. Una simple palabra puede ser la chispa que encienda todo un pensamiento. Aguantas la compostura, ríes, asientes, te comportas como es debido. La vida, sencillamente es así: aparentar una y otra vez que estás "bien", que eres inquebrantable, que no hay nada que pueda tumbarte. Nos repetimos una y otra vez a nosotros mismos que a nadie le importa lo que realmente sintamos. Sin embargo, siempre queda ese atisbo que grita para que, de manera desapercibida, sientas la imperiosa necesidad de contarlo, muy a tu pesar, pues sabes demasiado bien qué desenlace es el único posible. Es en ese preciso instante en el que te preguntas si, realmente, es lo correcto. Pero, demonios, ¿Qué cojones es lo correcto? Sencillamente una mera concepción individual de cada uno. Del mismo modo que la moral u otras pamplinas que el mundo se inventa para justificar sus acciones "buenas".
         Luego, en el momento en que todo estalla, porque desoyes cualquier consejo, te quedas en blanco durante horas, reaccionas como un autómata e intentas, por encima de todo, que no se note tu verdadero estado. El tiempo que has estado a su sombra, esos años en los que tu cabeza ha sido fiel sierva de sus posibilidades, se conjugan en tu mente sin mostrar piedad alguna. Y sí, son "años", no un "otra vez". Nunca lo fue de hecho, pues nunca terminó ni volvió a empezar.
         Lo peor viene cuando lo único que eres capaz de pronunciar es algo tan absolutamente obvio que se vuelve más ridículo de lo que parecía. ¡Qué desfachatez! ¡Qué atrevimiento! Y a pesar de ese "descaro" no eres ni capaz de pronunciar una maldita frase que se te ha pasado por tu mente miles de veces. Nada de lo que realmente sientes. Cobarde. De nuevo, ríes, asientes y tratas de hacerte ver "inquebrantable".
       Absurda, mi vida, eres absurda. A pesar de todo, la función ha terminado y el "teatro" ha cerrado todas sus puertas; hasta las de emergencia. No obstante, ese recuerdo quedará parte de lo que te forma, una pieza que por mucho que lo intentes va a quedar enmarcado para el resto de tus días. Pues, al final de todo, ríes de manera sincera al fin y piensas "No habrá nadie igual, nadie que me haga sudar, temblar, respirar y hablar con esa dificultad. Nadie que pueda provocarme tales estados alterados. Nadie que fuese capaz de amansarme con una mirada."
         No, sencillamente, no voy a poder querer a nadie de la forma que lo he hecho hasta hoy. De la forma que te he querido a ti.

"Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo."

-P.Neruda

PD: Dudo muchísimo que, quien realmente quiero que lea esto lo haga. Pero, a todos los otros (pocos o nadie), se agradece vuestra compañía y/o lectura. Pero os informo: el blog va a quedar en "stand by" hasta nuevo aviso (no significa que cese de escribir, pero publicaré más bien poco). Quiero dedicarle algo de tiempo a la "limpieza", pues los "cadáveres" en descomposición "apestan" y es mejor deshacerse de ellos cuanto antes.

Less 1.000

-Final boss...
-Health?
-Less 1.000
-Good job

PD: Deshice el mundo en mil pedazos, como dije, una última vez.

Cicatrices

Disimulo tantos dibujos, tantas heridas...

Tantos acertijos en una mirada

desmontan la esperanza

de alcanzar la redención.

Con o sin perdón, no hay salvación

para una herida en desangre

que infectó cada una de las partes.

Escondiendo todas las cicatrices

encadenándolas al interior

que se resguarda, con valor,

del frío de sus directrices.

El cristal sigue expuesto

cubriendo falsamente las heridas

provocadas en aquella estrepitosa caída

que las estrelló contra el suelo.

Golpeando cada mañana

como un maldito huracán,

maldiciéndose con cada palabra

por no poder escapar.

¡Viva la anarquía emocional!