Una cárcel de cristal
furiosa de emociones
contenidas junto a reacciones
de presos sueños bañados en sal
y de heridas que no cicatrizan
a pesar de ser propios de las mismas.
Sigue durmiendo, sin ropa,
levantándose a la madrugada,
sin ropa, siempre descalza,
escondida tras esa misma roca.
A través de las horas, la misma ventana,
sigue viendo como la vida pasa cerca
los anhelos, la risa, la misma espera,
mientras unos no vuelven y otros marchan.
¿Quién se esconde tras la espera?
¿Y quién detrás de ella?
¿Qué pueden ocultar sus piernas?
¿Y qué, su entrepierna...
¿Y quién detrás de ella?
¿Qué pueden ocultar sus piernas?
¿Y qué, su entrepierna...
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