El ciclo, el maldito ciclo, ese otra vez. La realidad es más cíclica de lo que creemos por lo que mi propia e humilde experiencia me ha hecho deducir: las historias se repiten, van y vienen, avanzando de una manera extraña, repitiendo su guión en contextos diferentes como una mala pelicula. O como un libro nefasto.
Decía que era en cartas
en letras escritas con tinta embarrada
de una fragancia, ahora escasa.
Como un recuerdo mal amarrado
se sale del interior de ese costado
que no resistía el rubor ante sus pasos.
La emoción se contenía en estructuras
de un simbolismo cruel y despiadado
y formaban agujeros descontrolados
por donde a penas se veía la cintura
De aquella que caminaba sin intercambiar
fechas con la vanidad y la discordia
ni con las palabras que le daban gloria
a un crudo andar de piernas sin igual.
Dudo, respiro, miento,
sueño, desentraño el cerco
de un inocente y perverso deseo
de aliento nuevo con sabor a viejo.
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