La escritura sin sentido ni fin pierde su ser. Cuando dejan sin sentido la comunicación, se pierde. Mi último lastre es este; y mi último regalo. Suelto ambos como lo único que me queda en esta historia.
El crucero
se hundió,
los supervivientes
son otra historia.
El iceberg
mostró su cara oculta
y chocó contra
las expectativas
(el cambio, como se sabe,
es intrínseco).
No te acordarás:
cubrirás con el manto
que nunca conocí;
todas las luces
formarán figuras
que avalen los cuentos
que te permiten cerrar los ojos.
Pero, la herida
cerró encima del clavo.
Naufragio,
leyenda,
olvido,
"adiós".
PD: Siempre "silbará y enredará mis pasos".