Corría desesperada por aquel día de tormenta, no encontraba un lugar donde no mojarme y empezaba a cansarme, hasta que me resigné y me puse a caminar tranquila para llegar a mi casa aun lejos de donde me encontraba. Y de repente apareciste, no se de donde demonios habías salido, pero allí estabas, quieta, sonriéndome y esperándome divertida por verme en aquel estado. Tuve ganas de abrazarte pero tenía miedo a empaparte, aunque a ti poco te importo, te acercaste y sin ninguna explicación lo hiciste. Sentí como las lágrimas resbalaban por mis mejillas y se fundían con aquella lluvia magnifica que poco a poco parecía aumentar de fuerza. Un trueno me sobresaltó y me apretaste más fuerte contra ti, secando toda mi ropa al instante y cesando aquellas gotas que ya te mojaban la camisa. Me apartaste y sonreíste, susurraste algo que no entendí y luego estrechaste mi mano mostrándome el camino seguro a través de aquella tormenta cada vez más potente. Nada había que temer, nada importaba ya...
No puedo perderte otra vez
...excepto tú y yo.
PD: Se sigue buscando batería... 3/11
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