Me mostré confiada e indefensa
en un crucial y fugaz momento
que apresó tu amanecer sangriento
incluso mis paredes más densas.
Y ahora que sé que estás completa,
¿Quién soy para decirte que siento?
Nadie que tenga sentimientos
solo otra cría analfabeta.
¿¡Para qué seguiré hincando codos
debatiendo y luchando con hadas
en este deseo y querer de locos?!
¿Para qué seguiré atascada,
si por ti puedo serlo todo,
aunque nunca llegaré a ser nada?
Cierra los telones,
deja tus oraciones,
espera sentada
y jamás, pero jamás, vuelvas la mirada.
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