Todos los vicios o costumbres
se perfeccionan en los días raros
donde los caminos por los que andamos
son los más caros hasta la cumbre.
La mirada en el carbón
nos inundó con su belleza
y aunque lo vimos con franqueza
nunca reconocimos su color.
La pared se metió en medio
de una mirada sin ganas
mientras repasaba todas las marcas
de una habitación sin calor.
Los comienzos, siempre tedios,
nos encierran en sus despedidas
para olvidarnos de las mentiras
y descubrir el último adiós.
Aún quedan vicios por perfeccionar
y que destapar con la punta del zapato.
PD:Vivan los frikis =D
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