Extraño insomnio como marea
envuelve lo que recuerdo
ahoga mis pensamientos
diluye mis escasas ideas.
Dilata el horror y el temor
me lleva hasta lo más hondo
destruyendo mis restos hasta el fondo
sin dejar que vuelva la compasión.
Tanto tiempo sin experimentarlo
la sangre cayendo por mis manos
se lleva todo el dolor ajeno.
Creía que todo era simple miedo
hasta que reí con demasiado entusiasmo
ante lo absurdo de esta situación.
Y alguien dijo alguna vez que todos llevamos un niño dentro. Manda huevos.
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