Se posa detrás de los ventanales
y observa sin hacerlo realmente
todo aquello que sucede en su mente.
Escucha voces de tiempos inmemoriales
y observa, reflejadas en los cristales,
imágenes de cuentos que parecían reales.
Pasa la mano por su frente
y sonríe mientras llora las historias
que nunca borraron sus memorias
y ahora recuerda casi silente.
La llamarada despertó a sus dragones
y se cargaron todas las emociones
para prescindir de todas la oraciones
y simplemente ampararse a sus canciones.
To take away the power from the magic hand,
To bring about the ruin to the promised land.
PD: Hay veces que la vida sorprende y permite conocer personas que realmente merecen la pena. Si lees esto, gracias por todo. Un verdadero placer, de corazón.
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