No recuerdo el lugar
ni las últimas palabras
antes de esa especie de despedida.
No recuerdo los días
ni me gusta que pasen las semanas
sin ver ni oír lo que fue, es y será.
Hay, como redes que atrapan
que subyugan e inmovilizan
y no, no es que no me acuerde
pero no puedo ni siquiera encontrar la rima.
Me escondo, y me río de tus gracias
me trabo hablando, y sonríes (un regalo).
Nunca las he tenido, a pesar de mi empeño,
no tengo palabras para ti.
Lo sabes, y lo sé,
te voy a extrañar, demasiado.
PD: Y solo va a quedar el silencio.
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