viernes, 25 de julio de 2014

Fantasmas.

       Siempre decía que no era más que una triste canción que no tenía más que añadir. Y, al final, sucedió: a pesar de todo no importó que ella se marchara, pues nunca aprendí nada.

      No hay más. 


Letras se borran lentamente
junto a pensamientos, recuerdos
y baldosas que se desprenden.

Se tambalean, como siempre, los cimientos
y se cuestionan las reglas del demente
que comenzó este absurdo juego.

Pero, siguen sin atraparme
las palabras, las frases, las caricias (robadas),
aquellas miradas que no decían nada
y los fragmentos que se convierten en diminutas partes

De una actuación, de una maldita farsa
que no tiene ni público ni espectadores,
ni entradas ni más favores;
solo, un pequeño susurro de (viejos) fantasmas.


Ella nunca lo hizo
nunca le hizo falta
"Greta, perdí mis alas". 

Never coming again, never coming again,...

No hay comentarios:

Publicar un comentario