¿Es acaso tu nombre el cielo?
Lo dudo, pues tu rostro es fuego
que por su llama vuelve ciego
a cualquiera que os mire con celo.
¿Será derretido vuestro hielo
cuando te muestre con mis ruegos,
sin placer, descanso o sosiego,
aquello que tanto anhelo?
No, y dulces sueños pasarán
y a ningún alma de este dolor
nos volverán a querer o amar.
Años y muertes nos apresarán
y se marchará el ansia y fervor
que hizo este amor diferente y peculiar.
But where's your hearth?
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