lunes, 7 de enero de 2013

Interna.

Nota: Si queréis, poned de fondo "the revelation" de X ray dog.     

Y ascendió desde los infiernos de su alma con su verdadera forma, mostrando lo que realmente había en su interior.




         Por fin blandió su espada y se enfrentó a aquel ser fruto de sus pesadillas.

-¡Venid a por mí! ¡No os tengo miedo!

      Cuan falsa era esa afirmación. Sus piernas le flaqueaban delante de aquellas materializaciones de sus miedos y terrores. Contempló el escudo de bronce que llevaba en el brazo izquierdo y apretó más el mango de su arma. Las grebas de cuero que llevaba en las espinillas tiritaban junto con sus piernas y sus manos, tensas y frías, se preparaban para la batalla que decidiría su maldita vida. Sus dientes apretaban su labio inferior de rabia al tener delante a la principal causa de su deterioro físico y mental.

-Te haces demasiado la valiente.
-Os borraré de mi mente. ¡Lo juro!

       Una sonrisa deforme iluminó el rostro de aquella pesadilla viviente. Cruzó los brazos en señal de prepotencia buscando provocar a aquella que pretendía borrarla de sus recuerdos.

-¿Por qué? ¿Acaso no eres tú la única culpable de todo lo que eres?

      Dejó caer su espada al suelo a causa de la última frase pronunciada por aquel ser. Sus sueños, todo aquello que ella había amado se desprendía de sus manos con la facilidad que se deshace la arena. El alba empezaba a despuntar por aquel horizonte oscuro. Y eso anunciaba que debía darse prisa si no quería volver a esperar.

-No puedo decaer ahora. No me dejaré vencer por vos.
-¿Y si me vences, podrás vivir con el sentimiento de culpa toda tu vida?
-Yo, no he hecho nada de lo que me pueda arrepentir. Ni voy a hacer nada que...
-Cuidado con tus palabras joven- Interrumpió aquella extraña deformación de horrores.- Pues pueden sentenciar tu destino.
-Mi destino se forjó mucho antes de que yo creyese decidirlo.-Recogió la espada del suelo y apuntó a la aparición con ella.-Gracias a vos que me habéis atormentado durante tantas noches. Gracias a aquella extraña locura que me embriagaba cada vez que parecía estar todo perdido, haciéndome creer que vos erais el único camino posible para sobrevivir.

      El rostro sonriente de aquel monstruo de pesadillas cambió su sonrisa por una expresión de sorpresa y desagrado. La forma de sus brazos cambió hasta formar dos extremidades superiores afiladas y relucientes. Sus facciones empezaron a deformarse hasta dejar tan solo un leve rastro de humanidad en una mueca amorfa y en dos cuencas vacías. Ella retrocedió unos pasos asustada por lo que estaba viendo.

-Muy bien, si tan claro tienes tu propia destrucción no hay más que hablar. Gane quien gane la única que saldrá perdiendo eres tú. ¿O no te das cuenta?
-No, yo ganaré y al fin seré libre.
-Nunca serás libre de ti misma, de tus propios reproches, de las cicatrices que te condicionan todos los días. Aunque yo muera, todo eso seguirá existiendo en tu mente infecta. Para ti no hay remedio cariño, acéptalo.

        La extraña guerrera bramó un grito al cielo y se abalanzó llorando contra sus pesadillas. Sus pensamientos estaban hechos trizas a consecuencia de las últimas palabras de su tormento. Aún así, la misma rabia y desidia que la habían ayudado a combatir todos sus terrores ahora le hacían lado en una pelea que ella misma no paraba de repetirse que supondría el final de todos sus horrores. El monstruo reía con más fuerza cada vez que ella daba una estocada y ésta se enfurecía más. De un tajo consiguió cortar una de las extremidades de la aparición con la que luchaba.
     Ambos se detuvieron, la chica, algo exhausta y falta de oxígeno, el ser, sorprendido de que aquella maldita humana hubiese conseguido herirle. Antes de que éste pudiese reaccionar perdió su otra espada a causa de otra acometida de la muchacha. Esta vez fue el monstruo quien gritó maldiciéndola con estas palabras.

-¡Escucha maldita, aunque ahora me mates mi propia muerte pesará sobre tu cabeza, atormentándote allá dónde vayas! ¡Nada ni nadie conseguirá salvarte de ti misma pequeña!

     La guerrera dejó el escudo y sostuvo con las dos manos temblorosas su espada a la altura del cuello de aquel ser. Contempló absorta las miles de imágenes que lo componían. Su pasado, su historia, sus temores y deseos más profundos y secretos. Todo eso no desaparecería con la muerte de aquello, entonces ¿La haría más libre? ¿O la haría aún más prisionera de sus pensamientos macabros y desquiciados?

-¿A qué estás esperando? ¡Hazlo!

       La chica obedeció sin más rodeos, ignorando todas las voces opuestas en su interior. La cabeza del extraño ser rodó hasta al suelo y del orificio que había quedado empezó a salir una especie de sangre negra y grumosa. Ella se acercó hasta el cuerpo deforme y acercó una de sus manos hasta el liquido oscuro, estremeciéndose ante el tacto de éste. Observó como ésta quedaba impregnada de esa sustancia y pudo ver para su horror como se le metía por debajo de la piel. Apartó los dedos de allí al momento y escuchó una carcajada a su espalda. Al girarse vio que se trataba de la cabeza suelta del monstruo.

-¿No te lo dije? Yo formo parte de ti, mi vida. No sirve de nada que intentes escapar.

The venom that are inside me.

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