lunes, 26 de diciembre de 2016

De epílogos van las bromas

Final:
no sé 
cuándo;
pero nos mantendremos
en contacto.

...

Epílogo I:
sonrisas
que
esconden
perversiones a
escala
pequeña.

Epílogo II:
misivas que
dijeron cosas que
no eran
lo que no
querían
decir
(los malentendidos
que siempre son
divertidos).

Epílogo III:
música
que acompañe
la deriva
de encontrarse
sin quererlo
("nos-me" he
equivocado).

Epílogo IV:
assolutamente
tutto è estato
un tremendo
errore.

Epílogo V:
nadie diría
que al final
el género
es más gilipollas
que sus discusiones.

Epílogo VI:
hemos exigido
demasiado;
ni desaparezco
ni me puedes
mantener
lejos.

Epílogo VII:
toca aprender
vicios nuevos;
pasemos a la práctica,
la teoría
está muy vista
(siga sin comprender
una puta mierda).

Epílogo VIII:
pisemos 
los mismos
terrenos
en tiempos distintos
(pero no demasiado,
no sea cosa
que se nos vuelva
a olvidar).

Epílogo IX:
recuerde,
no es por joder,
pero ahí lo tiene
por si se le ocurre
que puede
mirar
a otro lado.

...

Epílogo MCL:
creo 
que como broma
pasa un poco
de castaño
oscuro;
me mudo a Marte.


Como un eco reverberando
por el paso de los segundos,
nadie entiende nada
y yo menos.


PD: Si lo lees, ya sabes, sigue no "leyéndome".
PD2: Si contestas, será más divertido, que esto está soso. Y es Navidad.

sábado, 24 de diciembre de 2016

Nadal

A veces
el final
oscila entre
tristeza y
felicidad.

Se vuelve otro
"día raro"
que compensa
prácticamente
todo lo anterior.

A pesar de 
las mil y una
incógnitas que 
se convierten en vicios
auto-complacientes;
nos acostumbramos
a ello.

Demasiados frentes
que se acaban cerrando;
resignados, olvidados,
dispuestos en
círculo inconsciente
a punto de despegar.

A veces
el pasado vuelve
para reconciliarte con otro
(aun sin nada que ver)
y recordarte
que no hay nada más precioso
que el hecho de que
se acuerden de ti.


Quedan muchos regalos
aún en el tintero.
Gracias y
feliz Navidad.