jueves, 29 de agosto de 2013

Y al respirar...



          Una canción que me ha acompañado en los peores y mejores momentos. Hace años que la conozco y sigue provocando el mismo efecto en mí.

 -Y respirar, tan fuerte que se rompa el aire... 
Aunque esta vez, si no respiro es por no ahogarme.

martes, 27 de agosto de 2013

Algo desorbitado

El susurro incandescente de algo desorbitado.
   
 
No tuvo más argumento
que el que su mente le quiso dar,
una suerte echada sin más
esperanza que el miedo. 

No importó que se marchara
nadie aprendió nada
tan sólo "bonitas" palabras. 

Mientras una extraña
la otra se olvida
sigue con su vida,
deja el pasado a su espalda. 

Sin más mañanas agrias
quemó sin éxito la estela 
de lo que nunca fueron. 

 ¿Y cómo debería ser
si apenas aún me mantengo en pie?
Solo queda decir "largo adiós y buenas noches
largo adiós y no buenas noches"

lunes, 26 de agosto de 2013

El eterno retorno

      Hace días que no duermo bien. La ansiedad se ha adueñado completamente de mí en un proceso lento y aparentemente pacífico. No debería de extrañarme, y en verdad no lo hace, pero el sabor amargo que tengo siempre entre mis labios me recuerda las cargas, crímenes y demás absurdeces que mi enferma mente ha conseguido llevar a cabo. Parece como si cada palabra que recordara se convirtiese en una bala que acierta de lleno sobre mi tórax.
          El círculo sigue y el inicio de todo llega con paso frío y despreocupado, otra vez. El "eterno retorno" tiende a volver a manifestarse, salvo por una pequeña pero a la vez gran diferencia: No hay retorno. No vuelve ese insignificante placebo que conseguía hacerme olvidar todo aquello que aún me atormenta día tras día.

 PD: Ojalá pudiese cumplir aquello que me he prometido mil veces; así, bastante gente podría olvidarse definitivamente de mí y hacer su vida sin pensar en la maldita niña idiota a la que le "gusta" ponerse en riesgo a sí misma y a los demás.   

miércoles, 21 de agosto de 2013

Falling leaves

"No hay muertes que no curen"


En el suelo solo alzan el vuelo 
unas hojas perdidas
cubiertas de mugre y tinta
de las que nadie quiso ser dueño.

Siguen elevándose por encima 
pero hubo cierto suicida
que las colgó de su pared.

Nadie encontró quién podía ser
el que dejó unas páginas arrugadas
en la puerta de su propia casa.

Como el sonido de una bandera
cayeron fuera de gracia,
una sugerencia más que agria
para alguien como ella.


Una participación algo escasa
para tan célebre función,
un papel demasiado corto
como para darle tal honor.





domingo, 18 de agosto de 2013

Quién pudiera irse a Nunca Jamás,
chasqueando los dedos y cerrando los ojos
sin esperar nada más del mundo
que el simple hecho de poder soñar.

lunes, 12 de agosto de 2013

Punto muerto

Esto no es más que un juego de supervivencia.



Vasos sanguíneos fluyen
hasta el centro de la emoción alterada
por medio de una piel escarchada.

Un ciclo que no se destruye
a pesar de que las luces apunten
a las mismas piernas descaradas.

La suavidad se vuelve enemiga
quedándose en nada el intento
que busca el momento perfecto
para acabar con la vida.

Se bombea el disparo certero
que impactó en la herida exacta
aunque, ni con todas las balas
se llegó al "punto muerto".


Tan sólo se trata de sobrevivir
hasta el estrecho que conlleve
la pérdida irremediable del momento
que se olvida, siempre, con un simple destello.

martes, 6 de agosto de 2013

Vora les estrelles

Camins, vora les estrelles...          


         Su cazadora estaba cubierta de una fina capa de polvo, a pesar de estar guardada en su armario. Sonrió y se la colocó en los hombros como en los viejos tiempos. Miró el reloj "Aún es pronto".
           Cerró la puerta de la calle despacio para no despertar a nadie y dejó que sus pasos se hicieran dueños de su paseo. Soplaba un leve viento que le acariciaba suavemente el cabello y la nuca, algo que le hacía sentir extrañamente bien. El repiqueteo de sus zapatos en el suelo era lo único que escuchaba fuera de su mente acompañando la marabunta de recuerdos que le sobrevenían como una banda sonora adecuada. Estaba sorprendida, evitaba siempre volver a atrás para no hacerse daño pero, curioso, ese día todas esas "viejas heridas" lo único que provocaban en ella era una extraña sensación de alegría y tranquilidad. Miró de nuevo su muñeca "Sigue habiendo tiempo".
            Se sentó, después de llegar a un lugar apartado, en el suelo terroso y cogió un poco de arena entre sus manos que contemplaba sorprendida de sí misma. "No es sencillo saber hacia dónde hay que ir, ni qué nos depara lo que elijImos o hacemos. Es demasiado peculiar cada camino para intentar definirlo con unas cuantas palabras. Son únicos y, cada uno a su forma, bellos. Algunos se cruzan durante un breve período de tiempo, otros de manera fugaz, otros para siempre. Y qué decir de los millones que jamás encontraremos; es tan desesperante como esperanzador, tan dulce como agrio."
           Una pequeña piedra se coló entre sus dedos que dejaban caer entre ellos la tierra. "No puedo hacerlo." Echó una carcajada y contempló la esfera celeste con los ojos vidriosos. "No puedo seguir enfadada. Niña estúpida" Posó una mano sobre su frente sin dejar de sonreír, soltando un par de gotas por sus pómulos, hinchados por la curvatura de sus labios. "Lo siento, mi vida, perdóname. Gracias, de nuevo, por todo."
           Se puso de pie de un salto estirando sus brazos en un intento por desperezarse antes de emprender otra vez el camino a casa. Con las manos entrelazadas detrás de su cabeza miró al cielo una última vez y volvió a susurrar: "Gracias."

Camins, que ja són nous...