jueves, 15 de septiembre de 2011

¿Cuando las cadenas están alrededor de tu cuello... que se siente?

Got it bad,
Got it bad,
Got it bad,
I'm hot for... shit!


    Sentirías asco o repgunancia por ti mismo, que más da, simplemente os doy la bienvenida... queridos...

     Los años, son como balas incrustadas en los pulmones, el pasado aliado con la ansiedad para hacerte gritar cuando nadie puede ayudarte o calmarte. Los pilares derrumbados y tú acurrucado en un maldito rincón bebiendo un vaso de tequila o whisky, que aunque no te guste, es lo único que te calma. Sientes los párpados tan cansados que solo quieres dormir, pero no, el insomnio secuestra a Morfeo para que no te pueda ayudar a descansar en paz.
    Sientes como si las emociones y sentimientos perdiesen sentido ¿Verdad? como poco a poco solo rezas porque todo lo que te aboca al infierno de tinieblas que se refleja en tus ojos desaparezca y te deje de una puta vez dormir en paz. Cuando te llevan a rastras hasta tu cama mientras tiemblas del terror que tu mente es capaz de crear. Cualquier frase con un mínimo de doble sentido, cualquier palabra que se pueda malinterpretar es suficiente para que se desencadenen el pánico y la angustia por todo lo que te rodea. No confías en nadie ya... ¿O sí?
     Te piden que pares, te piden que lo dejes, pero estás empeñado en seguir, en defender tu posición por encima de todas las cosas, mientras una voz te susurra con tono imperante que no conseguirás nada, que estás acabado, que no hay escapatoria para alguien como tú. Le pegas un tiro a esos labios imaginarios, pero vuelven de la tumba como si la muerte no les afectase...
     Los ojos desorbitados y las malas experiencias a flor de piel chico, quieres imaginarte un futuro tranquilo, una manera de vivir más sosegado y tranquilo con sueños cumplidos y deseos sofocados. Pero nada sucede como lo planeas. Te encanta hacer tantos planes y luego te encuentras con las manos vacías frente a algo que creías tuyo.
    Los buenos momentos, las malas experiencias, los falsos amores, las mentiras, las verdades, la gente a la que has querido, todo se mezcla ahora en una confusión de pensamientos que son prácticamente imposibles de comprender. El resultado de tantas decepciones, eres eso, no eres nada más... recuérdalo...


Saqué la artillería y me falló la puntería y le metí al dueño del bar!

No hay comentarios:

Publicar un comentario