sábado, 28 de enero de 2012

Lo de dentro...

Me dice, guasona,
metete en mi persona.



Volver de un lugar sin nombre
donde los sentimientos son incofesables
donde no se es extraño por callar lo vivido
aunque nadie debería penetrar en ese sitio...

Un paisaje desolado
hace palidecer la piel,
se vuelve gris y te encierra
en una habitación que odias y adoras a la vez.

Se repite el mismo sonido
lo escuchas sin atención
sin embargo se mete en los más hondo
repitiéndose en tu mente sin que tengas intención.

Intentas huir de ella
pero no puedes, demasiado lenta,
y aunque consigas alejarte
sigue atrapándote su recuerdo cuando salen las estrellas.

Maltida sea!

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