viernes, 17 de agosto de 2012

Perseidas

Es la misma historia de siempre. ¿Le ponemos un matiz diferente? No vale la pena, nunca lo ha merecido. Sin embargo siempre ganas, siempre me haces perder la cabeza cuando te veo.  Y aunque no lo haga lo consigues. Y aunque no te importa, lo haces siempre.


Esas que caen del cielo,
más de un millón de estrellas,
las observo de cerca
mientras quema tu recuerdo.

Se esparcen como el viento
e impregnan a cualquiera
de las partes que crean
y destruyen con sus sueños.

 Siguen cayendo por ti
se encienden como señales
y no se apagan aunque intente dormir.

Se enfrían banalidades
se llena con momentos insustanciales
sin que pueda ponerle de una vez fin.

Lo sabes, lo sé. No debe, ni puede.
Y aún así sigo como siempre.

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