jueves, 7 de febrero de 2013

Maldita sea.

Maldita sea ella...

Da igual caminar por la ciudad apagada
o entre luces que no alumbraban
más que las pocas y míseras palabras
que pronuncié al declarar mi nada.

¿Y podría negarlo de alguna forma?
Ni siquiera soy capaz de mirar a otro lado
ni de detenerme a pensar en las consecuencias.

¿Podria continuar sin su presencia,
sin esas frases de desdeño desairado,
 sin esa ignorancia como norma?

No sería nadie sin su sombra
que me persigue sin su dueña,
sin esas magníficas caderas imperfectas,
¡No seré nadie sin esa maldita Greta!



Cause it makes me who I am,
Cause you make me who I am...
¡Be afraid of who I am!

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