sábado, 13 de abril de 2013

Cuando todo...

Like a bullet...


Tan sólo hizo falta darle cuerda
y dejar el sol más lejos que cerca
 de aquella profecía casi perfecta.

Una marca en el suelo lo recuerda,
descubre la puerta secreta
a un mundo de princesas y reinas.

La fuente de la que bebía, deshecha,
aparta el veneno de una poesía efímera
tan extremadamente mísera
que no muestra, simplemente interpreta.

Y aún así no se puede apartar, qué terca,
sigue convirtiéndose en el deshecho
de un sentimiento que siempre estuvo muerto
y llevó por bandera el nombre de Greta.



Y aunque sólo sea una simple bala perdida
que no tiene camino ni sentido en esta vida,
aunque ni siquiera sea capaz de distinguir las promesas,
todo, siempre todo, fue por aquella maldita belleza.

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