domingo, 17 de noviembre de 2013

Descomponer

Hay que descomponerlo en fragmentos pequeños y luego...



 Cuerdas intransigentes,
cadenas, fuertes y tensas,
amarran su mente.

Convierten y enloquecen
la piel de un cuerpo de cera
derritiéndolo desde el vientre.

Las razones se abandonan
y se dejan por otras querellas,
como un concepto difuso de sinestesia
en el que el tacto se queda en la boca.

Obvias, omitidas las circunstancias
se quedan cortas las pretensiones
de renovar el modelo de ilusiones
y lo dejan, de nuevo, intacto en su estancia.



No queda ya ni siquiera un día
no quedan ni segundos
no queda ni la esperanza de antes
ni siquiera la rima que tanto odias.




PD: Sentirse como una mierda es poco. Es sentirse como una hija de puta egoísta que lo único que tiene en su cabeza es un sueño imposible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario