viernes, 22 de abril de 2016

So"ss"iego

Degenero
en una espiral
de
irascibilidad
y risa nerviosa:
detesto que me tomen por imbécil.

Aunque
jugar al despiste
(aunque solo a veces)
es
delicioso.

Una sonrisa
una curvatura mustia
y todo
vuelve
a su cauce.

Y se cierran
por un instante
los ojos en el papel
"ábrelos"
nada ha vuelto
a
ser lo mismo.

Nada volverá,
mi vida,
y todo
seguirá igual que siempre.

Ríete, estás en tu derecho,
hace tiempo que
ni se gana ni se pierde:
tan solo se es más hija de puta, o menos.



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