jueves, 20 de octubre de 2016

Que ellos nos guarden.

La angustia
se extiende
desde el pecho
hasta la garganta.

Se conjugan días
que son
absolutamente
asfixiantes:
el debate de lo que
no puede dejar
de estar bien
y lo que moralmente
importa un pito.

Porque todo
parece estar
en pleno
proceso
de
desmoronarse:

Solo los necios 
siguen con esperanza de que
todo cambie
(algunos
brindan por un nuevo
cambio
en su discurso:
antes eran ellos,
ahora
lo siguen siendo, 
pero menos).

Somos necios,
sí,
lo somos.
Que "ellos"
nos guarden.

Más y más
dando el ejemplo
de que siempre
se puede joder
mucho más.


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