martes, 14 de febrero de 2017

Profanación

Lo que te ocurra,
lo que me ocurra,
es indiferente.

No sé
si alucino
o,
después de tanto,
estabas ahí. 

Casi
como los ojos verdes
(marrones,
no todo
puede ser
fantástico):
te desvaneciste.

Y yo,
yo,
yo...
sigo con el egocentrismo.

Pero si estabas,
si lo estabas,
¡Joder,
juro que estabas!
esa mirada
no necesitaba
palabras
para echarme en cara lo que soy:
"una más, mi vida"
(bueno, esto último,
probablemente,
lo hayas olvidado).


Arrancar, apartar la tierra parte a parte
desgarrarme la misma carne
porque no, sencillamente no:
han profanado el santuario a Satanás.

PD: Lo peor de todo
       es que no sé siquiera
       si me has reconocido.




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