jueves, 8 de septiembre de 2011

Retorciendo palabras...

Y sentir como un puñal se te mete en la espalda, lentamente penetrando en la carne y llegando al corazón por la parte de atrás. Como si su mirada te perforara como si se tratara de un taladro agujereando la pared. Mientras sientes que la vista no puede volverse atrás, no puede arriesgarse a exponerse a la terrible verdad que se ocultan en sus ojos.

"¿Cómo demonios se ha atrevido?" Se preguntaba con cada calada que daba a su cigarro y mareaba el whisky dando vueltas al vaso que sujetaba con su mano derecha. Vio la hora, eran las 3 de la noche y aun seguía en su despacho excusándose con su esposa de que tenía trabajo, pero realmente lo único que quería era estar solo. Los últimos acontecimientos lo hacían retorcerse en su sillón entre arranques de miles de espinas subiendo por su garganta.
    Terminó la copa y apagó el cigarro a medias y salió del edificio sede de su compañía. Lo tenía todo, una empresa multimillonaria, una mansión enorme, un coche lujoso junto con el capricho de su vida que era la moto; una familia donde... todo hacía aguas...
     Se sentía vacío y nunca había pensado en engañar a su esposa. La idolatraba y la quería más que a nada, pero... ninguna noche... ninguna noche era capaz de... maldito enfermo, parecía que solo la quería para eso. Pero había ocurrido, aquella modelo que trabajaba en su compañía desde hacía 2 semanas, amiga de su hija, le había seducido por entero y había conseguido acostarse con él.
      Llegó a casa y todo estaba oscuro, como era de esperar, se deslizo al baño de su habitación sin hacer ruido y vio a su mujer despierta frente a la ventana. No llevaba nada más que un camisón corto, era extraño que no se hubiese puesto una manta por encima, siempre tenía frío. Y ahora... parecía temblar, pero no por la temperatura.
    Se acercó a ella lentamente, y la intentó rodear con sus brazos, con un gesto brusco ella le apartó y murmuró entre dientes:

-¿Cómo... te atreviste?

    Él la miró sorprendido, no sabía como diablos se había enterado. Solo había sido una sola vez, una maldita vez. Y parece que esa pequeña nube acaba de desencadenar una tormenta.

-Yo... llevábamos tiempo sin... bueno... no creo que...-Se encogió de hombros e intentó excusarse y quitarle importancia.-Yo... Andrea, sabes que te quiero, solo ha sido una vez, lo juro, y juro que jamás volverá a pasar...
-Sabes, dale las gracias a tu amigo Matías y a su asqueroso vicio de sacar fotos...-Soltó una risotada nerviosa e histérica y antes de girarse pronunció.-Por cierto, estoy segura de que no lo volverás a hacer...
-A que te re...

    No le dejó terminar la frase, pues ya le había incrustado el cuchillo en la yugular y tenía el arsénico preparado en la bañera para deshacerse del cuerpo.



Cuando la rabia se adueña de tus actos... No hay palabras que retorcer



PD:Aún no me creo que ayer estuviese viendo a fangoria, en fin. A QUIÉN LE IMPORTA!! =D

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