sábado, 8 de diciembre de 2012

Acusativo singular.

Cayó el puente que nos vio nacer...

La piel y las venas palpitantes
se deshacen en cuanto respiras
y se llenan de la maldita ira
que no te asfixió momentos antes.

Diluyes, destrozas sin piedad
no tienes ni consideración
ni siquiera la mínima intención,
tan lejos de esta realidad.

¿Y ahora?  ¿Reclamas lo qué es tuyo por derecho?
Dices ser dueña de todo el jodido universo
¿Y qué? ¿Acaso no firmé un trato para escapar?

¿No entendiste que al final se te devolverá
cada palmo de injusticia, cada herida en el pecho,
 cada eufemismo que usaste para obviar la verdad?

Y ten por seguro que jamás firmaré la paz.

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