martes, 11 de diciembre de 2012

Sentimientos a destiempo



       Las palabras que se quedan suspendidas en una realidad amorfa y deforme. Lo que se siente, todos los sentidos que se centran en un solo punto convierten en verdad y ficción un mismo hecho. Las palabras que siempre salen de su boca y el olor que desprenden sus poros, sus manos apiadándose de su propia suerte y buscando un motivo por el que someterse a su propio amor. No espera nada más, porque ni siquiera tiene la esperanza de que ocurra. Y sus labios se curvan en esa sonrisa amarga que no da más porque no tiene. Los intereses infinitos de una vida que se elige u otra. Del camino que se quiere perseguir y de los sueños que tratamos de alcanzar por pura desidia.

¿Por qué me miras de esa manera?



Su andar de mil locuras
y la presión de su cintura,
evidente por la hermosura,
tienta fuera de su mesura.
 
La genética del olvido
o el simple hecho de ser prohibido
tiende a ser adictivo.

Y se vuelve intuitivo
cuando aparece sin motivos,
sin esperas ni sentidos.

Es tan ambiguo y complicado
que incluso hay veces que se omite
y aún así siempre se repite,
más que cierto, no voy dejarlo.
 
Que nada me interesa a mi alrededor
y subo a lo más alto de la locura
y encuentro a mi princesa hablando con la luna
echándose carrera a ver quién es más...

No hay comentarios:

Publicar un comentario