domingo, 17 de marzo de 2013

En vano.

Leave me alone...

Un latido, una emoción fuera de tiempo
todo se nubla cuando aparece
y se disuelve de la misma manera que vuelve.

El incansable ciclo de un momento
se disipa con las palabras de una muerte
que nunca acaba ni empieza, solo se renueva.

La mentira guardada en el paladar
se derrite por las mejillas y la soledad
se retuerce, y vuelve cuando la realidad
es demasiado cruda para el pensar.

La verdad no es más que parcial
pero se apaga por la simple desidia
que se junta con el miedo y la delicia
de un credo demasiado "nominal".



¿Cuándo te darás cuenta?
¿O cuándo lo haré yo?
¿Por qué ni la rima es capaz?
El secreto se mantiene y se grita
a voces que difieren de la realidad
¿Quién estará detrás?
"Alguien que corre aún más"

2 comentarios:

  1. Mi reina, mi luz, mi luna
    mágico astro en mi cúpula
    que alumbra como ninguna
    al ente de la infortuna.
    ser de cientas conjeturas,
    corazón de una laguna.

    Os dedico plena escucha, día tras día tropiezo con vuestro pesar. Vuestra inocencia es noble cual zagal y vuestro carácter el de un férreo senescal, pero vuestro espíritu es frágil y endeble como perlas de cristal.

    Díscélpeme cien milenios por la prosa hoy emplear, pues mi pluma en el tintero insiste en reposar, dado su reconocido ingenio no se lo debemos reprochar ¿no es así?.

    Importunarle no deseo, pues símplemente un viajero perdido soy que aquí me vine a refugiar, y al igual que usted, mis profundos pensamientos vengo a relatar, aunque de una forma o de otra tiende a extender todo su ser.
    Desafortunadamente aquí no me puedo revelar. debe abandonar sus miedos, contrariamente a sus instintos y a mi. Déjese llevar por los acontecimientos venideros y déjese de quebraderos, no quiero hacerla padecer más.

    Guardar temor es mi labor, no la suya.
    Su llanto no debo aceptar.











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  2. Permitidme pues, a mí, que no soy nadie
    hacer uso de lo que se considera simple aire,
    pues, si no hay temor en su llamada,
    no hay llama que alumbre la calma.

    Mas, me dejaré de rodeos
    e intentaré ser honesta con esto,
    esperar, paciencia y quietud
    que me amparen en su luz.

    No me atrevo a deciros más nada
    haced y actuad como os venga en gana,
    esperaré, o no, a quien se oculte en vuestra máscara.

    Recitaré palabras pasadas
    y sospesaré el contrasentido
    para volar entre el mismísimo olvido
    y renunciar a mi fragil e interte alma

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