domingo, 21 de julio de 2013

Pequeña fracción.

Es tan sólo una pequeña fracción
de la verdadera actuación.


Sonidos de piezas rotas
y de luces señalan la importancia
del objetivo que se intercambia
con cada haz de singularidad propia.

El ruido se concentra con elegancia
e inunda los párpados de notorias
imágenes de cámaras mortuorias

Dispuestas para el cadáver
de un ser más que infame
que no encontró consuelo en la arrogancia.

Sus ojos delatan la esencia
de un juego de singular demencia
a pesar de que le encantaron las reglas,
no volverá a querer tener su presencia.


Una noche más lo intentó
quién sabe qué fue lo que intentaba.
Singular en su rostro las palabras
de la eterna dececpción.



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