Pero a fin de cuentas nadie nos pone una pistola en la cabeza y nos obliga a hacer determinadas cosas u otras. Somos nosotros mismos los que decidimos, los que sospesamos de manera acertada o no los pros y los contras de una situación y sus posibles desenlaces. Es inútil tratar de agachar la cabeza y ponerse a llorar por algo de lo que somos totalmente culpables. La única solución posible en esos momentos es acatar nuestras acciones y aceptar todo lo que derive como consecuencias directas de ellas. A fin de cuentas, de una forma u otra siempre terminamos siendo culpables para algunos y mártires e inocentes para otros. Tan solo se trata de asumir el papel que le corresponde a cada uno en su propia historia. El resto, son tonterías.
A veces ocurre sin pensar
los nervios, turbados, se tensan
en el peor momento y lugar.
los nervios, turbados, se tensan
en el peor momento y lugar.
Todo se nubla y se hace borroso
e incluso hay veces que demuestras
que tienes miedo al cerrar los ojos.
e incluso hay veces que demuestras
que tienes miedo al cerrar los ojos.
Miras de reojo qué ha pasado
recuerdas con desgana y desprecio
y encima te ríes presa del miedo
mientras las páginas siguen quemando.
recuerdas con desgana y desprecio
y encima te ríes presa del miedo
mientras las páginas siguen quemando.
Y preguntas siempre "¿Por qué?"
sin querer que nadie te responda
aferrándote a una excusa u otra
susurrando "todo está bien".
sin querer que nadie te responda
aferrándote a una excusa u otra
susurrando "todo está bien".
Enciende la antorcha en un lugar alejado
ilumina todo aquello que llevas arrastando
deja que salgan todas las cosas del pasado
y descubre de una puta vez que es lo que realmente ocurre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario