domingo, 30 de diciembre de 2012

Te odio.

Tanto tiempo...
 Tantas notas antes de levantarse
buscando tan solo una simple frase
que me ayude a volver a despertarme.

Tan indiferente tu mirada
y mis ojos tratando de sublevarse
a pesar de conservar la esperanza.

Mis labios se contraen y congelan
entre mis dientes intranquilos
siempre demasiado lascivos
con la posibilidad de ser presa.

Profundo, dentro, siempre en lo más hondo
se grita tu nombre con insistencia
busco y trato, después de todo Greta,
escaparme de tus malditos ojos.




Te odio, como nadie en este mundo te odirará.

No hay comentarios:

Publicar un comentario